Llega el otoño y con él las actividades de estudio y extraescolares para los más pequeños. Aparte de las clases de inglés, el deporte… es muy interesante reforzar las actividades artísticas en los niños.

Podemos pensar que es un tiempo que no repercute en su formación, pero ¡no es así! Las disciplinas artísticas ayudan a desarrollar diferentes partes del cerebro. Además de aportarnos muchas herramientas para desarrollar competencias sociales y emocionales e influir también en el nivel de la felicidad.

1.- Mejora la memoria a largo plazo

Aprender cualquier cosa con técnicas relacionadas con disciplinas artísticas consigue que lo aprendido permanezca en la cabeza de los niños más tiempo.

2.- Mejora los problemas emocionales

El arte les exige a los niños, en muchas disciplinas, profundizar en las materias y colaborar entre ellos. El ejemplo más claro es el teatro. Por ello, aporta grandes beneficios en cuanto a las capacidades emocionales y sociales.

3.- Más memoria de trabajo y atención

Para explicar este tercer beneficio, lo mejor es que nos dirijamos a la música. “Tocar un instrumento hace que se activen diferentes áreas cerebrales a la vez que se activan los sentidos y el movimiento”, nos explica la experta. Esto ayuda a la memoria de trabajo y permite relacionar la información que recibimos con nuestra memoria a largo plazo.

4.- Toma de decisiones más amplias

Si hemos dicho que con el arte promovemos un pensamiento más creativo en los pequeños, este les hará ver las cosas desde diferentes perspectivas,  interiorizando que no hay una sola solución a los problemas.

Por todo ello es muy recomendable dejar un espacio en el horario de los más pequeños a estas actividades artísticas. Son una forma de mejorar sus capacidades y divertirse al mismo tiempo.